Después de una larga itinerancia en el extranjero (China, Alemania, Italia), esta magna exposición regresa a México con un nuevo subtítulo: Miradas cruzadas, que añade testimonios contenidos en textos indígenas y crónicas de civiles y religiosos del siglo XVI, en el marco de los 500 años del desembarco de la primera expedición española en tierras mayas.La concepción de la belleza en esta exposición es vista no solo desde la parte estética sino en su relación con lo sublime, con lo divino. Cada interactivo desarrollado respondía al concepto de belleza que tenían los antiguos mayas. En una pantalla táctil de 42 pulgadas, se mostraban una serie de fotografías de piezas destacadas además de información relacionada a las mismas. Otro de los interactivos permitía al visitante crear un personaje y utilizar diversos elementos como ornamentos, pintura facial, escarificaciones, tocados o peinados, que lo harían lucir como un maya antiguo.
También se diseñó una aplicación móvil que invitaba al usuario a encontrar pistas sobre temas específicos, los cuales iba completando durante su recorrido para obtener recompensas. Además se desarrolló y diseñó un sitio web informativo sobre esta exposición temporal.
Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones, INAH